Hemos rebasado todas las expectativas de supervivencia que se le podían augurar a un estudio de diseño gráfico en 1999 y ahora no somos los mismos. Somos otra cosa: parecido pero diferente.
Cuando un recién Licenciado en Bellas Artes y un estudiante de Filología Diplomado en Ciencias Empresariales se sentaron en su piso de estudiantes delante de un ordenador no pensaban que aquel logotipo, aquel nombre, iba a definirlos de entonces en adelante. Ahora resulta que no queda nada de esos veinteañero, que otras células nos han sobrevivido.

Fuimos dos y el tiempo nos convirtió en tres y luego cuatro, así hasta formar un equipo que siempre hemos querido que creciera con pasos firmes, formado por personas cuidadosas de su trabajo, responsables y con las ideas claras, para que cada parte de ese cuerpo que somos sea independiente.